Karen Abudinen
Los niños y niñas, las mujeres formadoras y la actual Alcaldía de Barranquilla

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La Primera Infancia es uno de los temas que, personalmente, más me emocionan y motivan. Por tal razón sólo puede calificar como maravillosa la oportunidad que tengo en mi cargo actual, como Secretaria de Gestión Social de Barranquilla, de trabajar por los niños y niñas menores de cinco años.

Todos los componentes del tejido social son valiosos. Las Mujeres Barranquilleras Autónomas, los adultos mayores de los Centros de Vida, los Jóvenes con Propósito, la población víctima de desplazamiento y la reducción de la pobreza extrema, son ejes de mi trabajo actual. Y sin embargo, a cada instante, siento que todo el trabajo que adelantamos por todas estas personas, en últimas lo adelantamos por los niños y niñas, pues son quienes podrán prolongar en el tiempo todos nuestros logros actuales en lo que al Bienestar Barranquillero se refiere.

Nosotros lo vivimos en casa: todos giran alrededor de los pequeños, de sus necesidades, de sus sueños y de sus inquietudes. Una sociedad sana debe parecerse a esa familia que vive y respira por sus pequeños y pequeñas. Pero al igual que en casa, no puede tratarse sólo de palabras, debe haber acciones concretas, coordinadas y organizadas. Y por eso existe el proceso de cualificación de agentes educativos en nuestra ciudad. Porque invirtiendo en quienes forman a los menores, invertimos en ellos, y en últimas, invertimos en la Barranquilla del mañana.

Ante todo, me siento muy orgullosa de las personas que participaron en esta cualificación, cuya ceremonia de graduación fue hace un par de semanas. Ellos abrieron sus mentes y confiaron en el Distrito, en la Universidad del Atlántico y en la Fundación Círculo Abierto, para potenciar su ser profesional de forma definitiva, respetando su esencia, pero ampliando sus perspectivas y alcances. Todo esto hizo que “Partiendo en nuevas direcciones” fuera un proceso de cualificación de agentes educativos fiel a su nombre: enmarcado por la exploración de nuevo conocimiento y nuevos rumbos, siempre teniendo en mente potenciar al individuo.

Fue un proceso que incluyo formadores internacionales, artistas y que contó con 8, módulos cubiertos en 6 meses y del que hicieron parte 400 maestras. Un proceso que tuvo siempre un par de enfoques: trabajar por una infancia con derechos y hacer durar la infancia todo el tiempo que sea posible.

Barranquilla florece para todos y para todas, gracias al liderazgo de una mujer extraordinaria llamada Elsa Noguera y de muchas personas que le meten toda su energía al trabajo de Infancia de Primera, como es el caso de Bibiana Rincón, coequipera de estos enormes esfuerzos.

Sueño con una ciudad que cada día se enfoque más en los más pequeños, y lo que hemos hecho en lo corrido de la presente administración de la ciudad está enfocado en esa dirección. Nos importa la infraestructura, pero una que genere valor social para todos, especialmente para los niños y niñas que no sólo son futuro, sino presente activo.

Hay quienes piensan en otros profesionales cuando se hacen preguntas sobre cómo será el futuro de la humanidad. Yo siempre pienso en la gente que trabaja con la Primera Infancia. En ellos reside la alegría y la responsabilidad de construir el tejido social y el bienestar del mañana.

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