Si alguien me pidiera pensar en un lugar feliz, a mi cabeza vendrían imágenes de Barranquilla. Es que con solo recordar la alegría que sentí en el Taller Construyendo País, con todas las sonrisas de la gente, la energía de la Banda de Baranoa y la Banda Distrital que pusieron a todo el mundo a gozar, el talento de los niños para bailar y cantar, el reencuentro con mis profes y todas las historias inspiradoras que conocí, tengo motivos suficientes para sentir que no hay nada mejor que volver a casa.

Siempre estará en mi corazón la satisfacción de haber hecho un Taller Construyendo País en Barranquilla, porque cuando trabajo por mi ciudad, siento que estoy cumpliendo un sueño que tenía desde muy joven: servirle al lugar que me dio lo mejor que tengo, mi familia y mis amigos. Por esa razón, quiero compartir los mejores momentos que viví en la Puerta de Oro durante los días del taller.

Barranquilla en una “bola de trapo”

Cuando Howard Angulo me mostró una de sus artesanías recordé una tradición muy barranquillera: jugar fútbol callejero con “bolas de trapo”. Howard volvió este juguete en su lienzo, donde pinta los lugares y personajes que nos hacen sentir identificados como barranquilleros. Con esta idea espectacular y rescatando los juegos tradicionales, creó un proyecto llamado Corozo, con el que recibió financiación del Fondo Emprender. Así demuestra que Barranquilla es talento, creatividad y emprendimiento.

Un encuentro con un Joven con Propósito

Juan José Escobar me sorprendió al decirme que desde hace varios años sigue mi carrera. Hace un tiempo, cuando estaba en la Secretaría de Gestión Social de Barranquilla, creamos el programa Jóvenes con Propósito y Juan José fue uno de los participantes, estuvo en una actividad con la que conmemoramos el Mes de la Juventud. Así mismo fue beneficiario del programa Tu Ruta a la U, que impulsamos desde la Secretaría de Educación de Barranquilla.

Hace poco, me contactó y me dijo que quería conocerme personalmente. Así que decidí ir a su casa, conocerlo a él y a su familia, y me llenó de alegría saber que este joven había cumplido uno de sus propósitos: graduarse como abogado de la Universidad del Norte y hacer sus prácticas en la regional Atlántico del ICBF.

La felicidad de reencontrarse con un buen equipo de trabajo

Una de las cosas que más me gustó de liderar la Secretaría de Educación de Barranquilla fue trabajar con más de 5.000 profesores comprometidos con la educación de la ciudad. Encontrarme con algunos en el taller fue uno de los momentos más emocionantes, porque como barranquillera, me siento agradecida por su labor y liderazgo, y uno de mis mayores orgullos es el trabajo en equipo que hicimos y los buenos resultados que logramos por nuestros niños y jóvenes.

Legados para la Puerta de Oro

Felicidad es ver cómo tu ciudad progresa con obras que benefician a todos. Así me sentí al acompañar a la Ministra de Educación, María Victoria Angulo, y al Alcalde de Barranquilla, Alejandro Char, en la entrega del colegio Rodolfo Llinás Riascos, que beneficiará a 945 estudiantes. También, me encantó visitar el Puente Pumarejo con el Presidente Iván Duque y el Gobernador Eduardo Verano de la Rosa. Allí, con casco y pala, hice parte del “cierre constructivo” de esta obra, que representa un gran avance en conectividad para mi Región Caribe.

Con las empresas que impulsan a Barranquilla

En nuestros recorridos por las capitales, hemos visitado a las empresas que impulsan la economía de las ciudades. Barranquilla no fue la excepción. Junto al Presidente, fuimos a varias empresas que trabajan desde la Zona Franca Barranquilla, conocimos a sus empleados, recorrimos sus instalaciones y nos emocionamos al ver cómo todos le metían el corazón a su trabajo. Nuestra Puerto de Oro es una de las ciudades más prósperas y productivas de Colombia, gracias al talento de su gente y a empresarios visionarios como los que conocimos en esta visita.

Un gran taller para un Gran Malecón

Llegar al Gran Malecón para hacer el Taller Construyendo País, ver de fondo al Río Magdalena, disfrutar la presentación de la Banda de Baranoa y la Banda Distrital en ese escenario… todas esas escenas me parecen increíbles porque hace algunos años no hubiéramos podido hacer un evento tan importante a orillas de nuestro río. El Gran Malecón es la muestra de la administración y liderazgo de Alejandro Char, por una ciudad que amamos profundamente. Ver que este es un escenario de grandes eventos me emociona, porque en marzo del otro año, recibirá quizás el más grande y más importante de los próximos años: la Asamblea BID 2020. Qué alegría que volvamos a ver a nuestro río y que este sea un símbolo de esa Barranquilla que nunca se detiene.